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domingo, 20 de enero de 2013

[7] 1991. Foro Emancipación e Identidad; Encuentro Rioplatense; MAPEIAL y Octubre Sin Fronteras; actividades y publicaciones, DOCUMENTOS

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Declaración de México
Declaration of Mexico

El Consejo de Honor del Area Centroamericana y del Caribe del Foro y Concurso Interna­cional Independiente, Emancipación e Identidad de América Latina: 1492-1992, reunido en sesión de trabajo en la Ciudad de México los días 5 y 6 de enero de 1991, declara:

1. Que el 12 de octubre de 1492 que, según la versión eurocentrista es considerada como "descubrimiento" y/o "encuentro entre dos mundos", implicó el inicio de uno de los ma­yores genocidios, pillajes y saqueos de la historia humana y que la preten­sión de celebrar su V Centenario constituye un acto de arrogancia y desprecio frente a los pueblos del Ter­cer Mundo.

2. Que los discursos y festejos oficiales se caracterizan por sus rasgos y actitudes primer­mundistas y hegemónicos frente a Nuestra América.

3. Que el sistema internacional impuesto a partir de 1492 negó la soberanía polí­tica, eco­nómica y cultural de los pueblos y Estados de América, así como los de Africa y Asia y los sometió a brutales e inhumanos sistemas de explotación y domi­nación. De ello son apenas dos ejemplos presentes y dramáticos, entre otros muchos, la reciente intervención y ocupa­ción de Panamá y la permanencia del colonialismo en Puerto Rico.

4. Que estos mecanismos persisten hoy día en la división de la humanidad cono­cida como Primer Mundo y Tercer Mundo. En este último el 85 por ciento de la es­pecie hu­mana está obligada a trabajar para el bienestar del 15 por ciento restante.

5. Que la gran tarea que plantea la efeméride consiste en la recuperación de la identi­dad y emancipación de los pueblos del Tercer Mundo.

6. Para lograr tal objetivo reivindicamos el establecimiento de un nuevo orden internacio­nal económico, político, social, cultural y ecológico.

7. La nueva sociedad debe basarse necesariamente en la distribución justa de los bie­nes y riquezas que producen los pueblos, en la democracia efectiva y en la garan­tía de los dere­chos humanos.

8. Nos sumamos a los anhelos de los pueblos indígenas y centroamericanos para al­canzar la plena igualdad y participación en la construcción de la nueva sociedad herma­nada, ocu­pando el lugar histórico que les corresponde.

9. Por todo lo expuesto hemos resuelto: a) promover y organizar la difusión del verda­dero sentido del V Centenario; b) no participar en ninguna actividad de los festejos ofi­ciales ya que tal participación legitimaría el sistema histórico de injusticia y dependencia iniciado el 12 de octubre de 1492 y las características espurias de su celebración.

10. Ratificamos nuestra identificación con la causa de los pueblos y hacemos un lla­mado a los sectores democráticos y progresistas de todo el mundo para que se su­men a este com­promiso.

Ratificada unánimemente el día 6 de enero, 1991, en la Ciudad de México.

Claribel Alegría (El Salvador), Miguel Bonasso (Argentina), Juan Bosch (República Domi­nicana), Roberto Fernández Retamar (Cuba), Gioconda Belli (Nicaragua), Xavier Gorostiaga (Nicaragua), Carlos Mejía Godoy (Nicaragua), José de Jesús Martínez (Panamá), Raúl Leis (Panamá), Rogelio Sinán (Panamá), Rafael Murillo Selva (Honduras),  Aída Sabonge (Honduras), Pablo González Casanova (México), Enrique Dussel (México), Tomás Borge (Nicaragua), Rogelio Naranjo (México), Sergio Méndez Arceo (México), Héctor de la Garza "Eko" (México), Pedro Meyer (México), Daniel Manrique (México), Elena Poniatowska (México), Alejandro Pérez Basurto "Apebas" (México), Heinz Dieterich (México), Rigoberta Menchú (Guatemala), Luis Cardoza y Aragón (Guatemala), Guillermo Fonseca Truque (Colombia), Jorge Enrique Adoum (Ecuador), Agustín Cueva (Ecuador), Oswaldo Guayasamín (Ecuador), Jorge Sanjinés (Bolivia), Pedro Casaldáliga (Brasil), Muniz Sodré (Brasil), Gérard Pierre Charles (Haití), Susy Castor (Haití), Milner Cajahuaringa (Perú), Mario Benedetti (Uruguay), Adolfo Pérez Esquivel (Argentina), Rubén  Dri (Argentina), Gregorio Selser (México/Argentina), Stella Calloni (Argentina), Noam Chomsky (Estados Unidos), Leo­nard Peltier (Estados Unidos), James Petras (Estados Uni­dos), José Antonio Barroso Toledo (España), Antonio Maira (España), Alfonso Sastre (País Vasco), Arno Peters (RFA), Bruno Hoefer (RFA), entre otros.
 (De HUAICO. Identidad y Reflexión, pp360/361)
Encuentro Rioplatense
por la Emancipación e Identidad de América Latina: 1492-1992
25, 26 y 27 de abril de 1991. ISEDET. Buenos Aires - ARGENTINA

Llamamiento desde el Sur[1]

La historia del hombre en los últimos cinco siglos es la historia de la expansión de la Eu­ropa Occidental.

Al constituirse un núcleo de una nueva civilización se lanzó sobre todos los pueblos de la Tierra en oleadas sucesivas de violencia, de codicia y de opresión. La amplitud y profundi­dad de su impacto fue tan grande que se hace necesario preguntarse respecto a lo ocurrido en el mundo en este período.

Los centros de poder donde se toman las decisiones fueron alternándose a lo largo de la historia. Ya en este siglo los EE.UU. dominan la escena internacional en todos los terrenos, habituados a imponer sus intereses recurriendo al chantaje de las intervenciones o de la gue­rra.

En relación a nuestro continente, a partir de 1492 sus sociedades han sido estructuradas en forma dependiente, estableciendo un vasto sistema de dominación que aún se perpetúa.

La historia oficial de América es también la de su dependencia. Sus modos de produc­ción, sus estructuras sociales han sido sucesivamente determinadas por su incorporación al engra­naje universal del sistema capitalista. Esto no es un mero dato de referencia sino un ele­mento fundamental en la explicación de nuestra historia y del presente.

La dependencia es la forma de relación de América Latina con el mundo y categoría que im­prime una estructura determinada a sus sociedades, situación extensiva al resto del Ter­cer Mundo.

La humanidad se encuentra jaqueada por la irracionalidad del sistema dominante.
El fantasma del hambre y la sombra de la guerra han tomado una dimensión dramática. Ja­más el hombre acumuló tanta potencia destructiva, no sólo comprometiendo su propia suerte, sino el equilibrio global de la naturaleza.

Sin embargo, tampoco la historia condensó como en el presente la conciencia crítica  y  la vo­luntad de encontrar una salida. Las tres cuartas partes de los habitantes de la Tierra, conde­nadas a la marginación, pugnan desesperadamente por encontrar alguna posibilidad de so­brevivir a esta nueva era, mientras un primer mundo opulento usufructúa, con responsabili­dad criminal, beneficios y privilegios indebidos, llevando al planeta al borde del colapso.

Los alimentos y el medio ambiente constituyen, con seguridad, los problemas más graves que enfrenta el hombre. El aumento explosivo de la población hambrienta, una tierra que se ve progresivamente envenenada, reduciendo inexorablemente sus recursos naturales de los cuales depende la vida.

Las consecuencias que ocasionan los deshechos industriales, los residuos nucleares, la de­gradación de ríos y océanos, la erosión de tierras cultivables, la deforestación en escala del Amazonas, la acelerada descomposición de la capa de ozono, etc., están originando una ver­dadera crisis global: la contaminación no sólo alcanza a la salud sino que, en mu­chas regio­nes, la capacidad del hombre para producir alimentos se ve gravemente limi­tada.

En este marco, cientos de millones de seres humanos subsisten en condiciones que degra­dan su naturaleza y agravian la conciencia universal.

Un vertiginoso proceso de cambio histórico provoca una profunda transformación estructu­ral del mundo, al ritmo de los avances tecnológicos y del impacto de las econo­mías de los pueblos. Aquellas situadas al margen de la producción de los sectores más di­námicos de la nueva industria pierden posiciones decisivas en su participación en un cre­cimiento mundial, determinado por la capacidad tecnológica de los distintos paises.

La aceleración de esta revolución del conocimiento, y su desigual distribución en un pla­neta cada vez más interrelacionado, conduce a la diferenciación creciente de los paises.

Por un lado, un Norte económico, social y político acumula cada vez más lo esencial de la capacidad tecnológica de la humanidad, factor este decisivo para la dominación sobre el resto del mundo.
De izq.: Hugo R. Merola (Cehyso-Cad) + Miguel Monserrat, centro (Fepial, ex dip. nac.) + Arturo A. Peña Reyes, derecha (Foro, México)

A su vez, la situación de los pueblos del Sur, y su progresiva desintegración en este es­quema global, los condena a la marginalidad, al atraso y al hambre en virtud de este ex­traordinario proceso de concentración del conocimiento, del control de la información y de la disposición de los recursos financieros necesarios.
Aparecen en escena signos que definen una nueva geopolítica mundial emergente. Uno de orden objetivo, el surgimiento de la mundialización triádica de la economía, basada en las relaciones entre las tres regiones más desarrolladas del planeta (la nueva Europa, Japón y EE.UU.). Su hegemonía global determina la evolución de los paises pobres en lo econó­mico, lo político y lo cultural. Otro signo es de orden cultural, ideológico; la necesidad de asegurar la legitimidad más amplia de este modelo. El fundamento de esta creciente supre­macía está basado en el principio de  interdependencia  y  cooperación,  entendiendo que el de­sarrollo tecnológico es sólo realizable a escala mundial (tecno-mundialismo).

Sin embargo, a la hora de las estadísticas, ciertos datos esenciales para una correcta aproxi­mación a la realidad económica son virtualmente ignorados, más de la mitad de la población activa mundial no tiene cabida en la economía tradicional.

¿Qué supone a la existencia de este mundo invisible?. Sin duda un elemento categórico que propone concebir lo económico desde una perspectiva más abarcadora, el desarrollo a una escala humana, el que tome como eje el concepto de "calidad de vida" como estado de satisfacción subjetiva de la persona en relación a la posibilidad que tiene o no de cubrir adecuadamente sus necesidades humanas fundamentales (subsistencia, protección, afecto, entendimiento, participación, descanso, cre­ación, identidad y libertad).

Es así que el papel desempeñado actualmente por la tecnología en la organización del mundo impone la necesidad de desarrollar políticas que den prioridad no a la competitivi­dad, sino a la puesta en marcha de soluciones económicas, socio-institucionales y políti­cas concebidas para reducir el hambre, las enfermedades, el analfabetismo, la degradación del medio ambiente. Una tecnología que permita el aumento de la productividad de los recursos en lugar del aumento del consumo de ellos.

Sólo la socialización del conocimiento científico permitirá encontrar las respuestas que pon­gan estos elementos al servicio de un orden mundial más equitativo, y esto es un im­perativo histórico que nos compromete a todos.

El sentido que asuma la resolución de estos conflictos dependerá del grado de conciencia que expresen los pueblos, la capacidad de iniciativa que practiquen sus organizaciones y el nivel de la movilización popular.

Las nuevas generaciones deben asumir la responsabilidad de la tarea de construir esas pro­puestas, espacios unitarios e instrumentos funcionales. A su vez, definir el marco de una es­trategia común, en el cual la solidaridad dé paso al lineamiento de un nuevo enfo­que inte­gracionista, en donde los pueblos sean los verdaderos constructores de una socie­dad más justa.

A un mundo galvanizado por potencias económicas y militares que amenazan la propia existencia humana responden los pueblos del Sur con la autoridad que les da ser víctimas del proceso histórico. Con su voluntad de justicia social y creación, pero esencialmente con el desafío de superar las formas de dominio neocolonial que aún subsisten.

Aquellas regiones como América Latina y el Caribe, que no logren aprovechar sus afinida­des y complementaciones políticas, económicas y culturales para integrarse fede­rativamente, están condenadas a ser objetos y no sujetos de la historia que vendrá, repro­duciendo nuevas formas neocoloniales.

1992 enmarca acontecimientos que signarán el destino de los hombres, constituyendo una oportunidad histórica para que  los  pueblos  aún  colonizados  expresen  su  irrenunciable voca­ción de justicia, en defensa de su progreso, su soberanía y de la paz.

Siglos de dolor han forjado una firme determinación, ella expresada en el testimonio coti­diano que brinda nuestra lucha.

La historia de ninguna manera ha muerto.

¿Podrá la memoria de la humanidad desconocer el signo que representa el cerro de Potosí, con el sacrificio de millones de hombres devorados en sus socavones por la codicia?

La trágica conjunción de riquezas y de sangre ha sido hasta el presente nuestro tributo cons­tante al progreso de otros. Legítima deuda que el mundo desarrollado tiene con el Sur.

Una afirmación enérgica brota de los oprimidos, la asunción cada vez más lúcida y orgu­llosa de nuestra propia imagen étnica y la percepción precisa de las causas reales del atraso exigen los grandes cambios sociales en nuestro continente, los que devolverán a nuestros pueblos el impulso creador relegado hace ya siglos.

Para alcanzar la paz es preciso establecer nuevos sistemas de relaciones entre los pueblos enfrentando así los desafíos de la nueva revolución tecnológica, permitiendo al hombre un sentido de misión que dignifique su existencia.

La nueva civilización que se anuncia será la sociedad que hará de la Tierra el hogar de los hombres, finalmente reconciliados y liberados de la miseria, del miedo, de la opresión, del racismo, de la guerra, del hambre... de su propia destrucción.

Octubre de 1992 debe constituirse en el punto de partida de un camino de entendimiento, de hermandad y de solidaridad entre los Pueblos del Mundo.
Diciembre de 1990



COMITE INTERNACIONAL ORGANIZADOR (C.I.O.)

Presidente y Coordinador General: Heinz Dieterich Steffan; Secretario  General:  Arturo A. Peña Reyes; Producción Gráfica: Mario Nelzul Pérez; Publicaciones: Julio Velázquez Ruiz, María Isabel Miranda Saucedo; Documentación: Ernesto Peréa García.

MIEMBROS DEL CONSEJO DE HONOR

Jorge Enrique Adoum, Rafael Alberti, Claribel Alegría, Osvaldo  Bayer,  Gioconda  Belli, Mario Benedetti, Fernando Benítez, Larry Birns, Fernando Birri, Leonardo Boff, Miguel Bonasso, Tomás Borge, Juan Bosch, Hortensia Bussi de Allende, Milner Cajahuaringa, Ste­lla Caloni, Ernesto Cardenal,   Luis Cardoza y Aragón,    Pedro Casaldáliga,    Fer­nando Castillo Velazco,  Suzy Castor, Noam Chomsky, Domitila Chúngara, Agustín Cueva, Uli­ses Culebro, Benedita da Silva, Héctor de la Garza "Eko", Poli Délano, Rubén Dri, Enrique Dussel, Ignacio Ellacuríat, Roberto Fernández Retamar, Guillermo Fonseca Truque, Paulo Freire, Helmut Frenz, Galo Galecio, Alejandro García "Virulo", Pablo González Casanova, Xavier Gorostiaga, Norbert Greinacher, Oswaldo Guasayamín, Gustavo Gutiérrez, Matilde Herrera, Gabriel Kolko, Manfred Kossok, Gustavo Lara, Hugo Loetscher, José Luis López Aranguren, Lluis Llach, Daniel Manrique, Carlos Mejía Godoy, Rigoberta Menchú, Ser­gio Méndez Arceo, Xosé Luis Méndez Ferrín, Pedro Meyer, Secundino Morales, Javier Muguerza, Rafael Murillo-Selva, Rogelio Naranjo, René de la Nuez, José Palomo, Leonard Peltier, Alejandro Pérez Basurto "Apebas", Adolfo Pé­rez Esquivel, Arno Peters, James Petras, Gérard Pierre-Charles, Elena Poniatowska, Ser­gio Ramírez, Darcy Ribeiro, François Rigaux, Eduardo del Río "Rius", Au­gusto Roa Bastos, Silvio Rodríguez, Mauricio Rosencof, Jorge Sanjinés, Alfonso Sastre, Gregorio Selser, Rogelio Sinán, Muniz Sodré, Ja­lil Sued Badillo, Edelberto Torres Rivas, Manuel Vázquez Montalbán, Daniel Viglietti, Pie­rre Vilar, Jean Ziegler.

INSTITUCIONES CO-PATROCINADORAS

AMERICA: Argentina: Comité Argentino "Emancipación e Identidad de América La­tina: 1492-1992", Centro de Estudios Históricos Antropológicos y Sociales Sudamerica­nos (CEHASS), Servicio Paz y Justicia (SERPAJ), Buenos Aires; Acción Popular Ecu­ménica (APE), Fundación Ecuménica de Cuyo (FEC), Museo de Historia Natural de San Rafael, Mendoza; Bolivia: Federación Universitaria Local, FLACSO, Museo Nacional de Etnografía y Folklore, SERPAJ, Universidad Mayor de San Andrés, La PazBrasil: Co­mité Regional de Río Grande do Sul "Emancipación...", Escola de Comu­nicaçao, C.I.E.C., Universidade Federal do Río de Janeiro; Canadá: Comité Canadiense "Emancipación...", Quebec;
Colombia: Asociación Nacional de Usuarios Campesinos-Unidad y Re­construcción (ANUC), Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), Corporación Colom­biana de Teatro, Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria (FENSUAGRO), Movimiento Nacional Cimarrón, Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), Bogotá; Costa Rica: Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUCA), San José; Cuba: Centro Nacional de Promoción del Humor, Unión de Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC), La Habana;  Chile:  Aca­demia  Cientí- ­fica Alexander Von Humboldt, Academia de Humanismo Cristiano, Centro de Estudios Políticos Latinoamericanos Simón Bolívar, Instituto de Ciencias Alejandro Lipschutz, Instituto Supe­rior de Arte y Ciencias Sociales, Sociedad de Escritores de Chile, Santiago de Chile; Ecuador: Co­mité Ecuatoriano "Emancipación...", Confederación de Nacionali­dades Indígenas del Ecuador (CONAIE), Fundación Guasayamín, Quito; El Salvador: Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA), San Salvador; Estados Uni­dos: Council on Hemispheric Affairs (COHA), Washington  D.C.;  Alliance  for  Cultural 
Democracy, Minneapolis; Center for Cuban Studies, North American Congress on Latin America (NACLA), Nueva York; Guatemala: Comité de Unidad Cam­pesina (CUC); Honduras: Comité Hondureño "Emancipación...", Tegucigalpa; México: Feria Inter­nacional del Libro de Guadalajara, Jalisco; Casa de Chile en México, Centro de Estudios Latinoame­ricanos (CELA), Facul­tad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, Grupo Editorial Casa de las Imágenes, Universidad Au­tónoma Metropolitana-Xochi­milco, Universidad Obrera de México, D.F.; Nicaragua: Coordinadora Regional de In­vestigaciones Eco­nómicas y Sociales (CRIES), Nuevo Dia­rio, Managua; Panamá: Diá­logo Social, Movimiento de la Juventud Kuna, Panamá; Perú: Comité Peruano "Emancipación...", Centro Bartolomé de las Casas, DESCO, Ins­tituto de Investigación Promoción y Apoyo para el Desarrollo (IPADE), SUM, Universi­dad de Lima, Lima; Puerto Rico: Comité Puertorriqueño "Emancipación...·", San Juan; República Domini­cana: Comité Dominicano "Emancipación...", Santo Domingo; Uru­guay: Comité Uru­guayo "Emancipación...", Brecha, SUM, Montevideo.

EUROPA: Dinamarca: Mellemfolkeligt Samvirke, Kobenhavn K.; España: Asociación "Bartolomé de las Casas", Cádiz; Associació per al Diàleg de les Cultures, Barcelona; Amaiurko Quetzal Agiria, Donostia; Centro de Investigación por la Paz (CIP), Instituto de Estudios Políticos para América La­tina y Africa (IEPALA), Solidaridad para el Desa­rrollo y la Paz (SODEPAZ), Madrid; Comités Na­cionales   "Emancipación...",  Galicia,  Euskadi,  Cataluña;   El Día,   Zaragoza;    Francia:  Terre des Hommes, Comite France-Colombie pour les Droits des Hommes, París; Gran Bretaña: Comité Bri­tánico "Emancipación...", Latin America Bureau, Londres; Holanda: Mundos Unidos: Intercul­tural learning in Europe, Nijmegen; Italia: Lega internazionale per i diritti e la liberazione dei popoli, Mi­lán; Noruega: Comité Noruego "Emancipación...", Skedsmokorset; Repú­blica Democrática Ale­mana: Comité "Emancipación...", Leipzig; República Federal Alemana: Freie
Universität Berlin (Instituto de Estudios Latinoame­ricanos, Universidad Libre de Berlín), Umverteilen-Stiftung für eine solidarische Welt, Berlín; Deutsche Welthungerhilfe, UNESCO Club, Bonn; "terre des hommes", Osnabrück; Pädagogik Dritte Welt, Johann Wolfgang Goethe Universität, "medico inter­nacional", Gesellschaft zur Förderung der Literatur aus Afrika Asien und Lateinamerika, Frankfurt/M; Verein Monimbó, Dietzenbach; Oekumenisch-Missionarischer Weltdienst, Evangelisches Missionswerk, Hamburgo; Suiza: Swiss Aid, Berna; Terre des Hommes, Basilea.

INSTITUCIONES CO-PATROCINADORAS INTERNACIONALES

Center for International Studies, RFA/México; Facultad Latinoamericana de Ciencias So­ciales (FLACSO), San José de Costa Rica; Escuela Internacional de Cine y Televisión, San Antonio de los Bañós; Casa de las Américas, La Habana; Consejo de Educación para Adultos de América Latina (CEAAL), Santiago de Chile; Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), Quito; Federación Andina de Periodistas, Lima; Servicio Universitario Mundial (SUM), Ginebra; Terceiro Mundo, Río de Janeiro;  Le  Monde  Di­plomatique en Español; Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP), México; Sociedad de Escritores Centroamericanos, Guatemala; Fundación Internacional Lelio Basso por el Derecho y la Liberación de los Pueblos, Roma.
[2]Los días 25, 26 y 27 de abril pasado se realizó en Buenos Aires el "ENCUENTRO RIOPLATENSE POR LA EMANCIPACION E IDENTIDAD DE AMERICA LATINA: 1492-1992". El Acto de Apertura se llevó a cabo en el Salón Auditorio de la Hono­rable Cámara de Diputados de la Nación en el cual ante una sala colmada por re­presentantes de diversas organizaciones sociales de la cultura y legisladores nacio­nales hicieron uso de la palabra varios integrantes de las organi­zaciones convo­cantes: Hugo Mérola por la C.A.D. (Coordinador del CEHYSO), la Diputada de la Nación Matilde Fernández de Quarracino (DP, Fundación del Sur), Arturo Peña Reyes (Secretario General del Foro mexicano), Ema Saracho (Comisión uruguaya), cerrando el acto el ex-Diputado de la Nación Miguel Monserrat (IP, y presidente de la FEPIAL).

En las instalaciones del ISEDET, y con la participación de delegados de Bolivia, Chile, Uruguay, México y Perú, más las representaciones de diferentes organizacio­nes del inte­rior de nuestro país, funcionaron varios talleres de reflexión y trabajo. Los mismos gira­ron sobre cuatro ejes temáticos centrales: Identidad cultural, Edu­cación y salud popular, La tierra como fundamento de los pueblos y Dependencia y autodeterminación; estuvie­ron precedidos por exposiciones de diversas personali­dades del quehacer político, gre­mial, cultural y
 científico. Podemos mencionar la participación de Floreal Ferrara, Néstor Vicente, Mary Sánchez, Gerardo Vallejos, José Escudero, Miguel Monserrat, Ru­bén Dri, Marta Santore, Alcira Argumedo, Gerardo Viviers, Selva Vilte, Emilio Cafassi, Liliana Herrero, Teresa Naios, Eliza­beth de Kusch, Carlos Zamorano, Blas Alberti, Irma Parentella, Jorge Ubertalli, Matilde Quarracino.


La participación de Alicia Bird (Huaico) en el acto de apertura interpretando un par de poesías


MAPEIAL

MOVIMIENTO ARGENTINO

POR LA EMANCIPACION E IDENTIDAD

DE AMERICA LATINA



Documento Constitutivo[1]



En el marco del vertiginoso proceso de reordenamiento de las relaciones internacionales que se opera a escala mundial y que coloca a esta parte de América a las puertas de una recoloni­zación en todos los órdenes, los colonizadores de ayer y otros de nuevo cuño (España, Por­tugal, Inglaterra, Estados Unidos, Italia, El Vaticano, Israel, Japón, entre otros), se proponen celebrar fastuosa y alborozadamente el V Centenario de la llegada de Colón a nuestro conti­nente, rebautizado eufemísticamente "Encuentro de Culturas".


Cuentan para ello con la complicidad de la mayoría de los gobiernos y sectores dominan­tes de América Latina y el Caribe que tampoco han querido estar ausentes y preparan sus mejo­res galas para sumarse a esta celebración, que excede el marco de una simple conmemora­ción histórico-festiva para convertirse en un gigantesco negocio comercial, político e ideo­lógico.

Sin embargo, no todas son voces laudatorias ni aplausos estridentes para una empresa colo­nizadora que también se dedicó, con prolija obstinación, a avasallar y oprimir las ri­cas cultu­ras indígenas que poblaban nuestro continente.

Ese terrible aplastamiento configuró el cimiento de lo que vendría posteriormente, pues del genocidio de la conquista al genocidio de la última dictadura militar, pasando por tantos he­chos históricos trágicos, hay toda una lógica perversa de la injusticia y la impu­nidad que, encubiertamente, también se pretende blanquear.

Se alzan sin embargo del seno del pueblo, diversas voces impugnadoras, originadas en dis­tintas organizaciones, dirigentes e intelectuales latinoamericanos que no están dis­puestos a sumarse acríticamente al coro de los propaladores de la "Leyenda Rosa" de la conquista.

Esas actitudes resistentes intentan evitar que se vacíe la memoria histórica de todo un continente que aún hoy padece los efectos devastadores de aquel proceso de expoliación y
sometimiento con el cual el colonialismo nos "descubrió" para su interés y provecho.

La historia de América Latina a partir del descubrimiento ("encubrimiento" al decir de Ger­mán Arciniegas), es la historia de sucesivas dominaciones del continente por parte de dife­rentes metrópolis, las que fueron pautando su desarrollo en función de sus propios intereses políticos y económicos.

Partiendo de esta premisa, es posible reconocer como espíritu de la conquista, los mismos mecanismos que regulan las presentes relaciones de la economía mundial, los que constitu­yen las causas primarias y determinantes de la crítica situación dependiente y subdesarro­llada que padecen nuestros pueblos en la actualidad.

En este contexto se crea el MOVIMIENTO ARGENTINO POR LA EMANCIPACION E IDENTIDAD DE AMERICA LATINA, con la convicción de que resulta imprescindible re­conocer la gravedad de la crisis que soportan los pueblos latinoamericanos, el costado de "oportunidad histórica" que conlleva y de tarea generacional que nos ofrece, en tanto somos, he hecho, la generación del V Centenario.

De allí que 1992 no debe ser motivo de celebración ni mucho menos de exaltación de cual­quier conquista del pasado, en el entendimiento de que en la actual coyuntura histó­rica dicha actitud constituye un mecanismo reforzante del neocolonialismo y como in­tento frenador de todo proceso liberador e independentista.

Debe ser más bien una oportunidad para la ineludible reflexión acerca de la formas y meca­nismos capaces de garantizar la solución de los graves problemas económicos, so­ciales, po­líticos y culturales que afronta el pueblo argentino, al igual que el resto de los pueblos lati­noamericanos, dentro de un marco de estricta autodeterminación.

En este sentido, el Movimiento Argentino por la Emancipación e Identidad de América La­tina, se propone contribuir a la apertura y estímulo de grandes debates no excluyentes sobre la diversidad de componentes de las identidades argentina y latinoamericana.

Para implementar estos debates es preciso tener en cuenta los festejos que se avecinan y la confusión que los precede, para que esta movilización que planteamos tenga como obje­tivo fundamental la recuperación de la dignidad de nuestro pueblo y el repudio de toda forma de sometimiento y a todo tipo de prácticas colonialistas y neocolonialistas.

Por todo ello sostenemos que, en definitiva, no hay nada que celebrar, no hay nada que conmemorar. Hay sí un debate que saldar, un proyecto de sociedad que definir y cons­truir, porque "Es tiempo de que recomencemos. Que el pasado ilumine y oscurezca a la vez el presente, para que se lo pueda ver, para que seamos también nuestro futuro, para que podamos ser agentes, alguna vez, de nuestro futuro" (Guillermo Magrassi). Es este el desafío que lanzamos después de 500 años de "encubrimiento"; tenemos la obligación de dar a luz el autodescubrimiento de las fuerzas y raíces que dormitan en nosotros.

Buenos Aires, setiembre de 1991

Participan y promocionan

Alcira Argumedo, Anahí Alancay, Osvaldo Bayer, Horacio Ballester, Hebe de Bonafini, Luis Brunatti, Emilio Cafassi, Carola Caride, Estela de Carlotto, Marcelo Cespedes,
 María del R. de Cerruti, Ignacio Colombres, Rubén Dri, Alicia Entel, José C. Escudero, Luis Farinello, León Ferrari, Alejandro F. Moujan, Manuel Gaggero, Alberto Giudici, Er­nesto Goldar, Mabel Gutiérrez, Inés Izaguirre, H. Lima Quintana, Daniel López,
Miguel Mayhuay, Miguel Monserrat, Emilio Moreno, Daniel Navarro, Piera Oria,
 Juana de Pargament, Norma Peralta, Adolfo Pérez Esquivel, Alberto Pipino,
 Matilde Quarracino, Daniel Rollano, Eloy Roy, Pablo Samek, Claudia Selser,
 Hernán Schiller, Beinusz Szmukler, Jorge Ventura, Néstor Vicente, David Viñas,
Gerardo Viviers y Carlos Zamorano.

Secretaría de coordinación

Félix Cantero, Silvia De Pierro, Gabriel Fernández, Elena Juarez,
Nancy Germano, Hugo Mérola, Gabriel Morales, Mario Muñoz Mayorga, María Ravizzoli y Dora Salas.




[1]. Publicado en HUAICO 41/2, abril de 1993, pp. 51/54.
(De HUAICO. Identidad y Reflexión, pp 371/373)

DECLARACION DEL RIO DE LA PLATA
CONSTRUYAMOS
UN OCTUBRE SIN FRONTERAS

En el marco del vertiginoso proceso de reordenamiento de las relaciones internacionales que se opera a escala mundial y que coloca, sin dudas, a esta parte de América a las puer­tas de una recolonización en todos los órdenes, los colonizadores de ayer y otros de nuevo cuño (España, Inglaterra, Francia, Italia, Estados Unidos, El Vaticano, Israel, Japón, etc.), se pro­ponen celebrar fastuosa y alborozadamente el V Centenario de la llegada de Colón a Amé­rica, rebautizada eufemísticamente "Encuentro de Culturas". Cuentan para ello de la con­formidad de la mayoría de los gobiernos de América Latina y del Caribe que tampoco han querido estar ausentes y preparan sus mejores galas para sumarse a esta celebración, que ex­cede el marco de una simple conmemoración histórico-festiva para convertirse en un gigan­tesco negocio comercial, político e ideológico.

En este marco los organismos convocantes de este ENCUENTRO RIOPLATENSE POR LA EMANCIPACION E IDENTIDAD DE AMERICA LATINA 1492-1992, entienden que toda exaltación de cualquier conquista del pasado en el contexto histórico actual, ac­túa como mecanismo reforzante del neocolonialismo y como intento frenador de todo proceso libera­dor e independentista.

Resulta imprescindible reconocer, en la gravedad de la crisis que soportan nuestros pue­blos, el costado de "oportunidad histórica" que conlleva y de tarea generacional que nos ofrece, en tanto somos, de hecho, la generación del V Centenario.

De allí, 1992 no debe ser motivo de celebración ni mucho menos de exaltación del pro­yecto civilizatorio europeo sobre otras sociedades. Debe ser más bien una oportunidad para la ineludible reflexión acerca de las formas y mecanismos capaces de garantizar la solución de los graves problemas económicos, sociales, políticos y culturales que afrontan nuestros pue­blos, dentro de un marco de estricta autodeterminación.

Por todo ello sostenemos que, en definitiva no hay nada que celebrar, no hay nada que con­memorar. Hay sí un debate que saldar, un proyecto de sociedad que definir y cons­truir.

Después de 500 años de encubrimiento, tenemos la obligación de dar a luz el autodescubri­miento de las fuerzas y raíces que dormitan en nosotros, para construir el futuro, "esa nueva y arrasadora utopía de vida..." (Gabriel García Márquez)

Octubre de 1992 debe constituirse en verdadero punto de partida de un camino de en­tendimiento, de hermandad y de solidaridad entre los pueblos.

Buenos Aires, abril 27 de 1991.




[1]. Publicado en HUAICO 39, mayo de 1991, pp. 6/9.
[2]. Publicado en HUAICO 40, setiembre de 1991, pp. 8/11.
(De HUAICO. Identidad y Reflexión, pp 362/370)


ALGUNAS  DE LAS ACTIVIDADES REALIZADAS
 
PUBLICACIONES REALIZADAS

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